Optimista-realista y pesimista-surrealista, últimamente no dejo de pensarlo, fundamentos (creo) de este átomo. Surge de la ambivalencia la entidad, de las eternas discusiones que ninguna quiere concluir, de diferencias que se encuentran siempre equilibrando una balanza.
La fuerza de Ícaro que te lleva a buscar siempre más allá de la realidad innegable y mi baldazo que todo lo limita nacieron juntos, crecieron juntos y siguen creciendo, entre cigarrillos, café, habanos, pizza, birra y faso; hace ya un par de años, personas, amistades y más.
Viviendo nuestra condición de humanas, de mujeres, niñas, artistas, amantes, adictas, histéricas ... finalmente, hormigas. Porque sí, siempre hormigas. Pero (por suerte) en plural.
“Todo está relacionado” caímos en la obviedad, hace poco. Y cada día lo siento más. De las dos definiciones que empiezan este texto se descosen quizás todas nuestras frases célebres, los interminables cuadernos, las noches, las tardes, el humo y las risas.
Sabemos que nunca fui muy amiga de las palabras. Me encantaría poder cantarte lo que pienso en un idioma inventado, pero esto es lo que tengo. Una hormiga en otro continente y necesidad de descarga mental-emocional.